(Juan Carlos Torres @JKrlos_Torres / VozyDeporte.com)
Quizás siendo tardía porque se esperaba que estas líneas pudieran haber aparecido casi de inmediato a la eliminación de los Sultanes y no cuando inicia la Final del Norte, quizás con mayor frialdad y sin pasión o vendas en los ojos, o quizás simplemente porque los tiempos y ocupaciones así lo obligaron, pero no es algo descabellado simplemente decir adiós a la temporada de los del “turbante”, como les dice Gaspar Garza, sin ver las cosas con una óptica diferente.
En un buen dato que aporta Danny Organista, desde que los Rieleros de Aguascalientes ganaron la Zona Norte en el 2012, es la primera vez que los Toros, Acereros o Sultanes no aparecen en la Serie Final de la Liga Mexicana de Béisbol (LMB), con lo aportado por Edmond Estrella, es desde 2009 que ninguno de los tres mencionados no aparece en la Final del Norte cuando se midieron los Saraperos y los entonces Vaqueros Laguna.
Algunas de las estadísticas que tienen la debacle sultán se explicaron en una columna anterior donde se indica las fallas en el picheo al trabajar demasiado con hombres en base, ser quienes admitieron más cuadrangulares, y mientras que en el bateo fueron el equipo que dejó a más corredores en los senderos, cayendo en un slump general y del cual la dirigencia sultán no pudo hacer nada para remediarlo, aún peor, con Víctor Hugo Mendoza que en el quinto juego teniendo el turno importante no se animó a hacerle swing a ninguno de los 5 envíos a la goma que recibió.
Los extranjeros fallaron esta temporada, sería digno de un caso de estudio aparte ya que novenas como los propios Sultanes, así como Toros y Rieleros batallaron enormidades en este renglón, algo que Algodoneros o Diablos no tuvieron ese problema de una forma tan marcada. De quienes no conocen la liga se entendería, pero ver esos rendimientos de jugadores como Yamaico Navarro quien tiene bastante experiencia, sí es de llamar la atención.
Aunado a esto, Monterrey se encuentra en una reconstrucción desde hace algunos años, la base mexicana sigue siendo de las mejores, no por nada al verse obligados a usar únicamente mexicanos en su orden al bat pudieron competir y de buena forma, pero eso no quita el que se tiene que a esta reconstrucción se le tiene que meter velocidad.
Tomando como base el roster que compitió ante Dos Laredos, en la receptoría Alí Solís puede manejar el picheo de Sultanes, pero tendrá que ir cediendo la estafeta a Carlos Soto, en lo personal, creo que el ceder a Alfredo Hurtado a los Bravos de León le quitó a un cátcher que ya tenía algo de experiencia y que con el bat es peligroso, además de batear por ambos lados del plato, pero con Christopher Escárrega y Soto, ambos de 24 años y que batean por ambos lados y a la zurda respectivamente, puede llegar esa renovación.
El infield de los 6 que tienen, solamente Javier Salazar y Roberto Valenzuela tienen menos de 30 años; mientras que el primero tiene que agarrar ritmo de juego tras una severa lesión que tuvo el año pasado, el segundo llegó con muchos partidos encima, prácticamente sin descanso, pero ya con las esperanzas de que se consolide como una de las caras de la organización y pueda cargar con mayor peso ofensivo.
A la ofensiva, Villanueva y Mendoza con 32 años son los cañoneros que quizás necesiten el apoyo de un extranjero más que le aumente más poder. El poder en teoría ahí está, hay que ver cuánto más pueden cargar con esa responsabilidad y sobre todo hacerlo a la hora cero.
Ganarse un puesto en los jardines de los regios antes lucía difícil para los mexicanos, ahora están ocupados por Asael Sánchez y José Cardona de 29 años así como por Sebastián Elizalde de 31, Brayan Mendoza y Rafael Franco les siguen con 22 primaveras cumplidas y que probablemente sea en donde venga un refuerzo importado con poder.
El picheo es el renglón que más puede preocuparle a los aficionados regios, por segundo año consecutivo no tuvieron una rotación estable, siendo Nivaldo Rodríguez y Tyler Eppler los dos abridores de confianza en el equipo. Llama la atención ver a Daniel De La Fuente con 26 años y Enrique Castillo con 27 siendo novatos, cuando Marcelo Martínez tiene a sus 27 ya experiencia en ligas menoresnormalmente el lanzador mexicano alcanza su mejor desempeño entre aproximadamente a los 28 años de edad, prueba de ello Wilmer Ríos quien es posiblemente el mejor abridor mexicano de la actualidad con 29 años.
Al quedar eliminados los Sultanes era una tradición escuchar a Pepe Maiz decir que sobrarían cachuchas al año siguiente, habrá qué evaluar por edades, así como por lo que mostraron en el rendimiento durante el año cómo poder mejorar a un equipo que se nota le costaba batear, ya no había tantas jugadas con velocidad en las almohadillas como cuando llegó Roberto Kelly.
Tendrán que analizar también por qué solamente en 4 juegos de 14 pudieron anotar 5 carreras o más. Realizando el análisis del bateo, exceptuando el juego que ganaron por paliza 16 a 3 sobre Laguna, en postemporada promediaron 3.46 carreras anotadas por juego contra las 5.71 que recibieron en los 14 encuentros.
Algo central sería saber cómo planean armar a un equipo que pueda ser competitivo no solamente en 2024, sino de cara a lo que resta de la década. Invertir 1 o 2 años en reconstruirse para tener 5 o 6 años como contendientes puede esperarse, pero también hay que saber si serán fieles a sus principios de armado en cuanto a extranjeros, mexicanos nacidos en el país, mexicanos de doble nacionalidad y naturalizados o si copian el estilo de otros equipos.
Esperamos sus comentarios, estamos a la orden en el twitter@JKrlos_Torres de antemano gracias por el tiempo dedicado para leernos, aunque sea… De pisa y corre.
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